Mi hijo no come ¿Qué hacer?

¿Qué hacer cuando mi hijo no quiere comer?

¡Mi hijo no come! ¿Qué hago? Esta pregunta aparece en los padres como primer signo de preocupación ante la conducta de negación ante la comida de su hijo/a.

No importa la edad del niño: 2,3,4,5 o 10 años. Enfrentarse a la hora de la comida puede convertirse en una auténtica guerra para los padres y los niños que no quieren comer. Muchos de estos padres no saben cómo enfrentarse a esta la situación y las preguntas más frecuentes son:

•  ¿Debo obligarle a mi hijo a comer?
• ¿Le distraigo con juguetes?
• ¿Le ofrezco regalos?
• ¿Le dejo que coma cuando y lo que él quiera?

Pero no debemos de contestar estas preguntas sin saber el origen del problema. Lo primero que tenemos que hacer es preguntarnos:

• ¿Desde cuándo mi hijo no come bien?
• ¿Cuáles son sus hábitos a la hora de las comidas?
• ¿Ha estado malito?…

Quizás debamos llevarlo al pediatra o, por el contrario, sea una mala rutina que está adquiriendo. La causa de una negación frente a la comida puede indicar una enfermedad o ser un problema conductual.

Si la causa es de conducta, el rechazo de la comida será selectivo, es decir, sólo comerán lo que ellos quieran.

Pero, por el contrario, si esa inapetencia es generalizada, debemos de acudir al pediatra, sobre todo si los niños normalmente son buenos comedores. Para ello el pediatra os dará medicamentos adecuados para ello tales como Jarabes, complementos… pero nunca debéis adquirirlos sin prescripción médica.

¿Qué hago si mi hijo no come?

Unos padres siempre intentan que su hijo coma y para ello no dudan en acudir a “remedios” tales como ponerles el móvil, chantajes, amenazas, comer a la fuerza, darles de comer lo que ellos quieren…

Sin embargo; ¿estos “remedios” funcionan si mi hijo no come?

A veces si y a veces no, pasamos a detallarlos a continuación:

• Distracción: Consiste en distraer con la televisión o el móvil mientras el niño come, ver al hermano que baila, un juguete que movemos, la imitación de sonidos de animales o la lectura de un cuento para que coma. El nivel más alto de este método puede ser correr tras él por la casa, persiguiéndole con la cuchara llena de sopa hasta que el niño decide abrir la boca.
• Chantaje: A cambio de comer se le darán juguetes o le dejaremos ver la televisión o acostarse más tarde…
• Amenazas: Este es uno de los métodos que se utilizan cuando realmente ya hemos utilizado otros y no han funcionado.
• Obligarle a comer: suele acabar con un vómito o una cuchara por el aire.
• Comer a la carta: quien no ha escuchado esta frase: “pobrecillo, hazle la comida que le gusta y te evitas los problemas”.
• Comer entre horas: Ya que el niño come poco a las horas de comida establecidas, se le permite ‘picar’ entre horas, lo que aumentará su inapetencia   porque no querrá tomar nada después.

¿Qué hacer para que mi hijo coma?

Ha llegado la hora de poderos dar unos consejos a seguir para ir logrando que el niño que por conducta no come vuelva a hacerlo poco a poco. Estos consejos a veces no son fáciles de cumplir, por lo que se requiere paciencia, tranquilidad y establecerlos como rutina con mucha constancia.

Consejos para que la hora de la comida no sea una pelea

No insistir si tu hijo no come

Los niños seguirán sin comer si les presionamos para ello. Suele resultar contraproducente porque los niños se niegan y comienzan en un círculo de enfado. Cuando llegue la siguiente comida tendrán hambre.

No alargar la comida más de 30 minutos

Si al niño no le apetece comer, es complicado que cambie de opinión por mucho que se alargue la comida, como mucho esta debe de durar 30 minutos. Pasado ese tiempo, hay que retirar el plato y esperar a la siguiente comida.

Establecer rutinas

El ritmo de vida actual hace complicado, establecer rutinas horarias para las comidas.
Cuando haya un niño es importante hacer un esfuerzo y que las horas de la alimentación sean regulares.

Platos con la cantidad idónea

Un plato demasiado lleno puede agobiar al niño. Es más efectivo comenzar con raciones más pequeñas y, si quiere repetir, se le da un poco más.

Sin distracciones

Comer sin televisión, sin móvil… hay que dedicar un tiempo suficiente exclusivamente a la alimentación y crear un momento agradable y de comunicación entre padres y niños.

Ni castigos ni gritos

Esto únicamente hará que el niño se enfade y se niegue por completo a comer o que coma, por el contrario, por miedo. Condicionando de forma negativa este momento.

No picar entre horas

Sobre todo, cerca de las comidas principales porque puede condicionar su apetito.

En definitiva, lo que debemos conseguir es que la comida se convierta en una situación agradable, en la que además de alimentarnos adecuadamente, podamos disfrutar de reunión familiar. Y es que el ambiente influye mucho en el apetito: con una buena atmósfera conseguimos que lo asocie con algo agradable. Esta relación positiva se quedará grabada en su memoria y con el tiempo irá siendo capaz de disfrutar de este momento porque le recuerda momentos positivos, algo que hacemos en BRAINS NURSERY SCHOOLS en los momentos de comedor.