Comenzando con el Inglés: ¿Cuándo comenzar a aprender idiomas en la infancia?

Tener un buen dominio de la lengua inglesa es fundamental en la época en que vivimos, pues es un idioma tan extendido que su conocimiento nos permite comunicarnos con gente de muy diferentes partes del mundo. Por este motivo, nos preocupamos de que nuestros niños estén expuestos desde una edad temprana para aprender idiomas en la infancia. Y que adquieran un buen conocimiento de este idioma de una manera natural, sin apenas darse cuenta de que lo están aprendiendo.

Cuando son pequeños están adquiriendo su propio idioma y desarrollan sus habilidades lingüísticas. Introducir un idioma como el inglés les abrirá muchos campos en el futuro, pero, además, les ayudará a favorecer el desarrollo cognitivo desde pequeños y ampliará sus horizontes.

¿Cómo aprenden los niños pequeños un segundo idioma? 

El proceso de aprendizaje en la infancia es diferente al de los adultos, es más natural e intuitivo. Para conseguir un nivel de hablante nativo se debe empezar a estudiar esa lengua antes de los 10 años.

En cualquier caso, aunque no se haya aprendido un idioma desde pequeños, no implica que no se pueda seguir aprendiendo una lengua cuando eres adulto, pero numerosos estudios señalan que el periodo crítico para el aprendizaje de idiomas es la etapa 0-6. Es en este periodo cuando el niño tiene una capacidad natural para aprender cualquier lengua, y esta facilidad para el aprendizaje debe ser aprovechada.

Una de las ventajas principales de aprender inglés o una segunda lengua a edades muy tempranas es que los niños sienten por lo general bastante más desinhibición que los adultos y no les da vergüenza hablar un idioma que están aprendiendo y aún no dominan.

Otra de las ventajas es que los niños pequeños tienen una capacidad innata para aprender y reproducir sonidos de forma muy natural. Los niños utilizan estrategias innatas para dominar la gramática de la lengua materna y de otras que están aprendiendo.

La tendencia hoy en día en los planes de estudios, al menos en Europa, es desarrollar en los alumnos el multilingüismo. Por ejemplo, desde la Unión Europea, se potencia que todos los europeos hablen dos idiomas, además de su lengua materna. El mejor modo para conseguirlo es que los niños entren desde temprana edad (antes de los seis años) en contacto con dos idiomas extranjeros. Se ha demostrado que esto no solo acelera el aprendizaje de los idiomas, sino que mejora las competencias en la propia lengua y en general en todos los procesos cognitivos subyacentes (atención, discriminación, memoria, percepción….) 

¿Qué beneficios proporciona aprender varios idiomas?

Son muchos los beneficios que proporciona aprender idiomas en la infancia. El niño tiende a desarrollar más la memoria, la creatividad, muestra en general más comprensión y tolerancia hacia los demás.

El aprendizaje es más rápido y natural, no les supone un esfuerzo sino una diversión.

Al adquirirlo desde pequeños aprenden a hablarlo sin traducir, lo que les proporciona una mayor capacidad multitarea.

Ayuda a la flexibilidad mental, potencia la atención, abre la mente y el interés hacia otras culturas, aumenta las dotes comunicativas, ayuda a desarrollar la capacidad de escucha, mejora las habilidades sociales y supone una prevención para combatir enfermedades como el Alzheimer, al tratarse de una estupenda gimnasia mental.

El análisis del cerebro de una persona multilingüe arroja que la disposición de sus neuronas en el área del habla es diferente a la organización cerebral de una persona que está aprendiendo un solo idioma, lo que significa que hay áreas del cerebro que tienen más desarrollo gracias a su constante uso.

Nos podemos hacer la pregunta de cuántas lenguas es capaz de aprender una persona y la respuesta sería que el cerebro puede aprender un buen número de idiomas de manera avanzada. Es un hecho constatado que las personas bilingües desarrollan una mayor capacidad para el aprendizaje de otros idiomas.

La principal herramienta para aprender idiomas en la infancia: el juego

Una segunda lengua debe aprenderse usándola directa y activamente, el nuevo vocabulario debe ser enseñado utilizando los gestos y el apoyo visual de imágenes. Para aprender idiomas en la infancia y ser multilingüe es mucho mejor que el niño vaya infiriendo poco a poco las reglas gramaticales (del modo en como lo hacemos al aprender la lengua materna), en lugar de memorizarlas o aprenderlas mediante procedimientos analíticos.

Para que la enseñanza de un idioma sea efectiva debe realizarse desde edades tempranas, de manera lúdica, a través de juegos y actividades dinámicas y entretenidas para los más pequeños. Lo más recomendable es que los niños tengan el primer contacto con una segunda lengua de una manera natural y dinámica, como se aprende la lengua materna.

Se trata, entre otras cosas, de abandonar definitivamente el modelo tradicional en que se basaba la enseñanza de idiomas en los colegios: aprendizaje de normas gramaticales, memorización de dichas normas más vocabulario y traducción.

¿Cómo es el aprendizaje del inglés según la edad?

En el periodo de 0 a 3 años, si el niño entra en contacto con la segunda lengua de manera estable y continua, podrá aprender esta lengua de un modo natural, sin ningún tipo de esfuerzo y sin ser consciente de dicho aprendizaje.

En el periodo de 3 a 6 años, el cerebro tiene gran plasticidad todavía para aprender inglés u otro idioma. La clave en esta etapa es que la exposición a esta segunda lengua sea de manera estable y continua. Deben evitarse explicaciones y aprovechar el uso del lenguaje, sin utilizar la traducción para que el niño pueda entender mejor lo que se le dice.

En el periodo de 7 a 12 años, a medida que cumplimos años, el aprendizaje de la segunda lengua pierde su carácter natural. El niño puede aprender reglas gramaticales, pero deben de ser concretas y conectadas con la experiencia, con el empleo del lenguaje que hacemos.

Algunos consejos para un aprendizaje efectivo del inglés

• El niño debe sentirse el protagonista de su aprendizaje, ser parte activa en el proceso.
• Se deben adaptar materiales, juegos, actividades atendiendo a los intereses y necesidades del propio niño.
• El entorno también es importante, ya que determina las experiencias, los amigos, los juguetes, lo que ven en la tele, en qué idioma….
• Se debe respetar el tiempo y ritmo del aprendizaje de cada niño
• Se debe comenzar a una edad temprana, dentro del periodo crítico de la primera infancia, y es muy conveniente que lo asocie con un contexto determinado o con una persona concreta. No es correcto que una misma persona hable al niño en varios idiomas. Pues esto puede confundirle mientras se produce el proceso de aprendizaje, ya que el cerebro tendrá más dificultad para poderlos distinguir.