¿Cómo afecta el cambio de hora a los niños? Descubre sus efectos y cómo ayudarlos a adaptarse

¿Cómo afecta el cambio de hora a los niños? La pregunta de cómo afecta el cambio de hora a los niños es una duda muy frecuente entre los padres y cuidadores, sobre todo en las semanas previas a los cambios de horario en Europa. Pero antes de responder a esta pregunta, es importante entender qué es el cambio de horario y cuándo se lleva a cabo en nuestro continente. 

¿Qué es el cambio de hora y cuando se realiza? 

El cambio del horario es una práctica que se utiliza en muchos países. Cada último fin de semana de marzo y octubre, España cambia de hora para pasar al horario de verano e invierno, respectivamente. Con el primero de estos cambios se adelanta una hora en el reloj, tiempo que perdemos de sueño, mientras que con el segundo retrasamos la aguja del reloj y podemos ganar una hora más en la cama.

Este mes de marzo se hará nuevamente el cambio de hora al horario de verano. En concreto, el cambio de hora se produce en la madrugada que va del sábado 30 al domingo 31 de marzo de 2024, momento en el que habrá que adelantar las agujas del reloj una hora, por lo que a las 02.00 horas pasarán a ser las 03.00 horas (horario de la península). 

La modificación horaria de primavera se hace con la intención de ajustar mejor la jornada laboral a las horas de luz natural y así ahorrar en energía. A partir del domingo amanecerá y anochecerá más tarde, hasta otoño. 

¿Cómo afecta el cambio de hora?

No a todas las personas afecta de igual manera, pero lo que sí está claro es que este cambio de horario repercute de una manera fisiológica en todos.

Nuestro cuerpo se ve alterado en la secreción de melatonina; la melatonina es una hormona que actúa regulando los estados de vigilia y sueño en función de la luz solar: La regulación de la secreción de melatonina se ve afectada por la luz, cuando aumenta la cantidad de melatonina en nuestro cuerpo nos provoca sueño por la noche   y nos hace despertar cuando disminuye.

A ello hay que añadir que el horario de trabajo o de colegio sigue siendo el mismo, por lo que, en realidad, nos levantamos una hora antes de lo habitual, rompiendo la rutina del sueño, de tal manera que no se descansa lo necesario.

Este es el motivo para que cuando se cambia de hora el organismo se resienta y aparezca el cansancio, la fatiga e incluso la irritabilidad de las personas.

¿Qué impacto tiene el cambio horario en los niños? 

A quienes más afecta el cambio horario es a los niños y las personas mayores, ya que tienen una mayor sensibilidad ante estos cambios hormonales y el cambio de sus rutinas usuales.

Todos sabemos que los niños necesitan rutinas en su día a día y se deben de establecer desde que son pequeños.

Estas rutinas aportan mucha seguridad en ellos: saber lo que tienen que hacer en cada momento les aporta tranquilidad. Debemos de enseñarles a organizar su vida mediante horarios estables asociados a rutinas. Los niños aprenderán qué tienen que hacer en cada momento, lo que les convierte en personas con más autonomía y responsabilidad.

¿Cómo afecta el cambio de hora a los niños?

Estas rutinas se ven totalmente alteradas en estos cambios de horas, puesto que todo se adelanta o retrasa una hora.
Generalmente, el cambio de hora provoca en los niños:

• Dificultad para conciliar el sueño.
• Agotamiento durante el día.
• Se pueden llegar a quedar dormidos en clase, dormir demasiado….. 

Y todo ello desemboca en: problemas de atención, irritabilidad, enfados injustificados y cansancio.

Aunque afortunadamente esto es algo temporal, ya que los niños suelen recuperar su ritmo habitual a los dos o tres días del cambio de horario. El organismo se recupera rápidamente.

Consejos para facilitar la adaptación de los niños al cambio de hora

Aquí os dejamos algunos consejos que se pueden seguir para mitigar los efectos adversos que produce el cambio de hora en los más pequeños:

• Anticipar el horario:

Debemos preparar a los niños unos días antes realizando una pequeña adaptación a los horarios nuevos, podemos ir atrasando o adelantando las rutinas unos 15 minutos cada día para que el cambio de 1 hora no sea tan brusco. Así les podemos levantar, dar de comer, acostar progresivamente hasta llegar a completar el ciclo de la hora que es la que va a modificar su rutina.

• Hacer más deporte:

En los días previos y posteriores al cambio de hora se les puede incrementar la actividad física, así   estarán más cansados y les costará menos conciliar el sueño.

• Alimentación equilibrada:

Aunque los niños por norma general suelen comer bien, algunas veces les ofrecemos o consentimos pequeños caprichos que no son muy saludables para su alimentación.

En estos días de transición el que lleven una alimentación equilibrada es sumamente importante porque lo que comemos tiene una relación directa con nuestro nivel de energía y nuestro estado de ánimo. Así es fundamental que sigan una dieta sana y equilibrada.

 Así pues, en este mes de marzo, con la llegada de la primavera, volveremos a cambiar nuestros relojes. Daremos la bienvenida al horario de verano que hará que los días sean más largos y las noches más cortas.