Hábitos de ordenar y recoger en niños de 3 años
Casi todos los niños tienden a ser desordenados, pero cada niño es diferente, algunos son organizados y otros no tanto, en su manera de actuar frente a las responsabilidades de limpieza, orden y tareas escolares y personales.
Desde que son muy pequeños, debemos lograr que el niño entienda que cada uno tiene que responsabilizarse de sus cosas en casa o en el colegio, saber cuidarlas y colocarlas en su sitio.
Podemos fijar unas pautas de comportamiento que han de cumplir, entre las que sugerimos las siguientes:
- Cada cosa en su sitio: Hay que destinar sitios y espacios para sus cosas. Todo debe tener un lugar concreto donde colocarlo.
- Colocar las cosas en lugares accesibles: Tenemos que facilitarle todo lo posible la posibilidad de coger y guardar sus cosas sin nuestra ayuda.
- Desde muy pequeño el niño debe adquirir la costumbre de recoger sus juguetes cuando haya terminado de jugar.
- Procurar ser claros y precisos cuando queremos que ordene y limpie: Es más positivo utilizar frases en las que se concrete lo que esperamos que haga: “guarda los juguetes en sus cajas” o “cuelga la ropa en el armario”; y ser firmes en nuestra forma de pedírselo, no dando lugar a que nos diga “luego lo hago” o “espera un poco”.
- Incentivar el orden: La mejor manera de incentivar el orden es utilizando elogios y reforzando comportamientos positivos.
Ayudarle a realizar las tareas y ordenar con ellos, una supervisión frecuente por nuestra parte y ser flexibles en la realización de las tareas son algunas orientaciones para mejorar algunas situaciones que aparecen en el día a día.
Una vez hayamos instaurado el hábito, podremos observar que, aunque esté acostumbrado a realizar esa tarea aún le costará continuarla, porque es algo que querrá evitar hacer a toda costa, y es normal.
Sin embargo, si le reforzamos cada vez que lo realiza, reconocemos su esfuerzo no sólo ante él sino también ante otros miembros de la familia o amigos, lograremos que continúe realizando esa tarea con más ganas, sabrá hacerla mejor y se sentirá feliz.
Fomentar el hábito de espera y el turno de palabra en niños de 4 años
Tanto en la escuela como en las familias, siempre buscamos fomentar la comunicación del niño. Queremos que se exprese y que sea capaz de transmitir sus pensamientos y sentimientos a través de la palabras.
Lo que debemos tener en cuenta a la vez que fomentamos esta habilidad lingüística, es inculcar a su vez el hábito de espera o como lo llamamos en el colegio “turno de palabra”. Los niños tienen que comprender que al igual que es importante escuchar lo que ellos tienen que decir, también es importante escuchar al resto de personas.
Cuando hacemos una pregunta a un grupo de niños, lo normal es que todos contesten a la vez. Se solapan unos a otros y finalmente no podemos escuchar con claridad a cada uno de ellos. Por ello tanto desde la escuela como desde casa es nuestra labor como adultos enseñar a los niños el turno de palabra.
Puede parecer complicado de aplicar por esa razón os dejamos una serie de ideas para enseñar a los niños a esperar su turno.
- Nosotros somos el ejemplo y modelo de conducta: es decir, tenemos que respetar el turno de palabra de tal manera que el niño lo vea como ejemplo. Si el niño nos está contando algo, le dejamos terminar sin interrumpirle. De esta manera si cuando un compañero está hablando y el niño interrumpe, le explicamos que al igual que nosotros le hemos esperado a que terminara de hablar ahora es su turno de espera y escucha activa.
- Ser comprensivos y cariñosos: es muy importante que el niño entienda que no es su momento de hablar y que tiene que esperar. En ocasiones los niños no son capaces de entender esto ya que se encuentran en una etapa de egocentrismo. En este caso nuestra función como adultos es explicárselo de una manera sencilla para ellos y siempre mostrándonos comprensivos y cariñosos para que el niño no lo vea como un reproche o regañina.
Higiene bucodental en niños de 5 años
Es de vital importancia que los niños adquieran unos correctos hábitos de higiene bucodental desde edades tempranas. Aunque no lo harán solos correctamente hasta los 7 u 8 años, es importante que interioricen por qué es necesario.
Los niños deben conocer los beneficios de mantener su boca limpia y sana y cuáles pueden ser las consecuencias de desatender su cuidado para que el interés por hacerlo bien contribuya a crear el hábito.
Por ello, a los 5 años, se introduce este nuevo hábito en la escuela.
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Hábitos de higiene en el colegio:
Al principio de curso, los niños traen de casa su neceser, con todo lo necesario para su aseo. Durante el primer trimestre, la profesora les explica y les recuerda a todos los niños que es bueno para la salud, que se evitan enfermedades… Etc. También les explica cómo deben realizar el cepillado, los movimientos, el tiempo… Cuando terminan de comer, se van levantando y van por turnos y con supervisión de la profesora, que les ayuda si es necesario, les da algunas indicaciones…
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Hábitos de higiene en casa:
Es fundamental que los hábitos de higiene sean incorporados desde que los niños son pequeños, cuando les salen sus primeros dientes, aunque sea a modo de juego. De esta forma, lo incluirán en su rutina de aseo personal diaria.
Para ello, debemos elegir un cepillo adecuado a su edad, pequeño y de cerdas suaves, es positivo que para llamar su atención sea de algún dibujo o color favorito. También es importante tener en cuenta la pasta dental que usamos, el sabor, el flúor que contiene o la cantidad que debemos poner según la edad de los niños.
Es muy positivo acompañarles e indicar los pasos a seguir para un correcto cepillado, así como que los niños nos vean también cepillarnos y puedan imitar nuestros movimientos. En el caso de que quieran hacerlo solos, podéis hacer un pequeño repaso al terminar.
En definitiva, hasta que no consigan la destreza suficiente y la técnica sea la correcta, nuestra labor como educadores es recalcarles los beneficios y ventajas de una boca sana, y las consecuencias que les esperan si no llevan una correcta higiene dental.
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