Mi hijo es sonámbulo, ¿qué hago?

El sueño de nuestros hijos es algo muy importante, sobre todo a una temprana edad. ¿Y si pensamos que mi hijo es sonámbulo? Desde que nuestro hijo nace, nos preocupamos para que no le falte nada para ser feliz y se desarrolle normal en su crecimiento. Una de las partes fundamentales para conseguir esto, sería la salud del sueño de nuestro pequeño. Sin embargo, y, aunque nos parezca curioso, el 30% de los niños suelen tener alteraciones a la hora de coger el sueño.

En Escuelas infantiles Brains nos hemos preocupado por profundizar en este hecho y, sobre todo, en uno de los trastornos que más curiosidad generan por su desconocimiento: el sonambulismo. El sonambulismo es un desorden en el sueño que origina que el pequeño se levante y realice acciones motoras en relación con la vida exterior sin estar despierto cerebralmente.

¿Cómo saber si mi hijo es sonámbulo?

Nos preguntamos cómo saber si mi hijo es sonámbulo. Los primeros síntomas se observan cuando el pequeño repite varias noches la incorporación de la cama. Ojos muy abiertos, en una expresión artificial (como de sorpresa) y está desorientado… En ese momento, deberíamos, como decíamos antes, guiarlo a su lugar de descanso y mantener la calma.

Si vemos que los episodios se repiten varias veces, aconsejamos siempre acudir al médico. Con el objetivo de conocer qué tipo de malestar (sea físico o psíquico) es el que produce este trastorno.

¿A quiénes suele afectar el sonambulismo?

Sonambulismo en niños de 4 a 6 años

La mayoría de casos suele afectar a pequeños que rondan el intervalo de edad de los cuatro a los ocho años. Dentro de este rango, las edades más afectadas y en las que en la mayoría de los casos empieza a diagnosticarse, es en el lapso de edad comprendida entre los 4 y los 6 años. Aun así, la mayoría de estos trastornos, suelen desaparecer según cumple el pequeño más edad.

¿A qué se debe el sonambulismo?

La mayor preocupación de los padres es encontrar el origen de la afección para tratarla (lo veremos en el siguiente punto). Puede tratarse de situaciones puntuales o incluso trastornos hereditarios.

Las razones puntuales se pueden dar por un estado febril cuando el pequeño está enfermo y se encuentra debilitado. Puede suceder que el niño se despierte de manera motora, pero cerebralmente continúe dormido. También podría darse porque el niño llegue muy exhausto al final del día y se produzcan alteraciones en su descanso. Otro aspecto que tenemos que tratar de evitar es el contacto asiduo con elementos informáticos durante la noche, antes de dormir.  Todo esto influye y hay que cuidarlo de cara a mantener buenos hábitos de sueño y por ende, una buena salud para nuestro hijo.

Sin embargo, también podría tratarse de un trastorno hereditario. En ese caso es importante determinarlo con un doctor en pediatría. Trastornos como las piernas inquietas o la apnea del sueño pueden generar en ocasiones episodios de sonambulismo.

¿Cómo tratarlo?

El sonambulismo no tiene un tratamiento específico materializado en productos farmacéuticos. Como hemos mencionado al principio, es algo que va remitiendo conforme el niño cumple más años. Es por ello que lo más útil es simplemente llevar a cabo algunas recomendaciones y mejorar la higiene de sueño del niño, para que los episodios de sonambulismo sean cada vez más puntuales.

Desde Escuelas infantiles Brains recomendamos:

• Regular hábitos de sueño del pequeño (es aconsejable que duerma una siesta después de comer para no llegar exhausto a la noche)

• Ayudar a que la atención del pequeño esté activa durante el día, con actividades extra escolares o aficiones al exterior.

• Mantener el interior de su habitación despejado de muebles para evitar que se golpee.
• Mantener cerradas las puertas y ventanas.

• Cuando esté en un episodio de sonambulismo: no despertarlo, guiarlo con suavidad a la cama para no producirle una reacción de shock.
• Mejorar la higiene del sueño
• Evitar cenas muy altas en glucosa, que experimenten un nivel de actividad en el metabolismo del pequeño y no le deje descansar bien.
• Previo a la llegada de la hora de ir a la cama, mantener una situación de calma alrededor del pequeño.

¿Conoces alguna persona que sea sonámbula y los trucos que tiene? ¡Nos encantaría que los compartieses con nuestros lectores!

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