Todo aquel que va a ser padre comienza a imaginarse cada uno de los hábitos de su vida en los que habrá cambios, las necesidades que surgirán y aquellas que dejará de priorizar. Un claro ejemplo son los viajes. ¿Podrá continuar planificando días de descanso o emociones fuertes en los que poder desconectar de la rutina? ¿Podrá viajar con niños?
A veces los miedos pueden jugar una mala pasada y descartar vivir unas buenas vacaciones. Todo lo contrario, hay que darle la bienvenida al desafío que se presenta, ya que viajar en familia es una de las mejores formas de vivir momentos emocionantes, divertidos e inolvidables. Por ello, en Brains hemos hecho una pequeña guía para orientar a todos aquellos que os unís a esta aventura de viajar con los peques.
Planifica tus viajes al milímetro
Ahora en tu desplazamiento vas a tener que contar con un nuevo pasajero que necesitará comodidades específicas, unas horas de sueño obligatorias y una modalidad de transporte cómoda. ¿Qué significa esto? Pues que debes organizar tu viaje teniendo en cuenta qué transporte utilizar, si coche, avión o tren. Normalmente, se suele elegir coche para poder decidir los tiempos de descanso y llevar aquello que haga falta (agua, pañales, ropa, carritos para transportar a niños pequeños, etc.)
Ten pensados juegos, música, vídeos o canciones, de manera que puedan ir entretenidos y el viaje les resulte más ameno. De otra forma, se cansarán y seguramente empiecen a querer “llamar la atención” a su modo. Evitemos eso para no molestar al conductor o al resto de pasajeros.
¿Qué destino elegimos?
Tendréis que plantearos muy bien el lugar en el que os vais a hospedar, ya que este tiene que contar con ciertas cualidades para ser un correcto lugar de descanso, sin apenas ruido, donde se puedan respetar los horarios de sueño, como las siestas de los niños y no desequilibrar su reposo. Hay que reconocer que el pequeño, según vaya creciendo, se podrá adaptar a actividades más aventureras, pero mientras, será conveniente tener perspectiva y cerrar cada paso hasta tener todo el viaje organizado. El destino elegido tendrá que ser uno adecuado para cada una de las necesidades que tenga el niño y que cumpla con los requisitos para no desvirtuar los hábitos del pequeño.
Un equipaje preparado para sobrevivir
Cuando viajes con tus hijos debes llevar un equipaje más allá de lo imprescindible para trasladarte de un sitio a otro. Depende de si es bebé o no, necesitarás un equipaje más específico o no. Si es un bebé, habrá que ver todo lo que supone su día a día, sobre todo, en el aspecto higiénico (pañales, geles para pieles sensibles, cremas, etc.) Habría que llevar ropa de sobra, pero siempre sin exceder. Teniendo en cuenta que hemos elegido un lugar adaptado a pequeños, cerca habrá establecimientos donde conseguir todo aquello que haga falta si se acaba (o se olvida, que también podría darse el caso).
¿Comemos en casa o fuera?
Es importante también la decisión de comer dentro o fuera del lugar al que vayamos a hospedarnos (en la mayoría de ocasiones, cuando se va con niños se elige hotel o apartamento con cocina). Lo que hay que asegurar, al igual que con los hábitos de sueño del pequeño, es que las comidas se harán en la hora en la que está acostumbrado, sin cambiar mucho la dieta. En verano, temporada en la que se hacen la mayoría de viajes, nos despreocupamos más por tener una dieta saludable para los niños y, aunque se sea más permisivo con la elección de comidas, siempre hay que tener presente la importancia de no saltarse los pasos para tener un régimen de comidas nutritivo.
Juegos, ocio y diversión
Nuestra recomendación principal es que, aquel sitio que elijas, esté lleno de naturaleza, ya que tiene diferentes beneficios para hacer un viaje con niños. Es un entorno que cambia la ciudad por lugares llenos de aire limpio y desconectado del bullicio, algo que aportará la calma suficiente al pequeño para poder relajarse tras un año de rutinas y horarios demasiado estructurados. Disfrutar de juegos en la naturaleza y dejar paso a la creatividad hará que el viaje sea inolvidable para todos. Así que no lo dudéis: playa o montaña, pero elegid un lugar alejado donde descansar del alboroto de la ciudad.
Y algo más…
En este artículo hemos recogido lo más pertinente para tener un viaje organizado y que sea una experiencia que marque la vida de cada persona de la familia, en especial, al niño que hace su primer viaje. Esto desarrollará su curiosidad y adaptación a diferentes culturas y situaciones, siendo un momento de gran enriquecimiento vital para el pequeño.
Además, se trata de unos días en los que pasar muchas horas con tus hijos. Y, por tanto, lejos de agobiarte, encáralos con todo el optimismo del mundo. La cantidad de sonrisas que te arrancarán merecen mucho la pena. ¡Adelante, a preparar las maletas!