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La psicología del desarrollo en la etapa infantil

By 25 de agosto de 2023No Comments
psicología del desarrollo

La psicología del desarrollo surge tras la pasión de observar los cambios que se producen en el ser humano a lo largo de su ciclo vital. El observar los cambios del ser humano no sucede solo en investigadores. También los padres se han hechos observadores y analistas del desarrollo tras ver como su hijo en cuestión de muy pocos meses pasa de ser un bebé que permanece dormido la mayor parte del tiempo, a ser una “personita” que puede desplazarse para alcanzar lo que quiere y que comienza a interactuar y comunicarse.

Normalmente, estos hitos evolutivos se van alcanzando a una edad muy similar, aunque las diferencias individuales en el desarrollo de cada niño determinarán que se alcancen un poco antes o un poco después.

Es importante observar el desarrollo de cada bebé y comprobar que los cambios se van consiguiendo dentro de unos parámetros adecuados, pues la detección temprana de dificultades en el desarrollo permitirá hacer un buen diagnóstico y ver la necesidad de realizar algún tipo de intervención. De todos estos temas se ocupa la psicología del desarrollo.

¿Qué es la psicología del desarrollo en la infancia?

La psicología del desarrollo abarca el estudio de los seres humanos desde el momento que fueron concebidos hasta su muerte. Se observan los cambios y transformaciones que experimentan a lo largo del ciclo vital de su existencia, tanto en el aspecto orgánico como psíquico.

Cuando hablamos de desarrollo psicológico en la infancia, se hace referencia a las etapas de este proceso por el que pasan los menores hasta alcanzar la adolescencia. Las etapas que se siguen durante este periodo son: etapa prenatal, la niñez, primera infancia e infancia intermedia.

¿Cómo se da el desarrollo psicológico en los niños de 0 a 6 años?

A lo largo de este proceso se observan profundos cambios en el ser humano que le permitirán acceder a estadios más complejos cada vez. En estos “saltos” hacia delante también se pueden producir algunos retrocesos motivados por diversas causas, la mayoría de ellas emocionales: nacimiento de un hermano, separación de los padres, cambio de país…… Se trata de pasos hacia atrás que da el niño para coger impulso y pasar de una etapa a otra. Son las denominadas regresiones que aparecen sobre todo en el periodo de dos a cuatro años, son pasajeras y forman parte de la evolución normal de cualquier niño.

Durante los seis primeros años de vida, el niño vive un maratón espectacular del desarrollo en los aspectos físico, cognitivo, psicológico y social.

Los niños tienen gran plasticidad cerebral durante los seis primeros años de vida y aprenden a mucha velocidad. Las habilidades motoras, sociales y cognitivas que vayan desarrollando en esta etapa, marcarán en parte su personalidad futura.

¿Qué aspectos psicológicos desarrollan los niños en edad escolar?

De los 0 a los 6 meses

Durante los tres primeros meses de vida del bebé, la dependencia del adulto es absoluta. La figura materna para el recién nacido es la prolongación de su cuerpo. Y un apego seguro favorece la estabilización del sentimiento de seguridad.

En estos primeros meses es cuando el niño experimenta más cambios en el desarrollo motor, también comienza a interactuar con las personas que le rodean y descubre que sus actos implican una reacción. Comienza a sonreír a partir de los dos o tres meses, a sacar la lengua, a pedir que lo cojan, comienza el balbuceo y los sonidos guturales. También empieza a mantenerse sentado con apoyo.

De los 6 a los 12 meses 

Es la etapa del descubrimiento. El bebé tiene ante sí un mundo totalmente nuevo y manifiesta interés por todo. Comienza a gatear y su curiosidad le lleva a explorarlo todo llevándoselo a la boca, ya que se encuentra en la etapa oral del desarrollo.

A partir de los diez meses aproximadamente, el bebé ya es capaz de recordar o pensar a las personas y objetos que conoce. Esto le permite asociar cada cosa con un nombre o sonido que los identifica. Es lo que se denomina la permanencia del objeto.

El lenguaje avanza y comienza a decir algunas palabras, también puede señalar objetos.

Descubren a los otros, aunque las interacciones aún son pocas y realizan un juego en paralelo, esto es, al lado de los otros, sin apenas comunicación excepto para disputar algún juguete.

De los 12 a los 24 meses

Comienzan a andar, lo que les aporta una gran autonomía y los convierte en pequeños exploradores. Ya son conscientes de que pueden hacer cosas ellos mismos, pero en muchas ocasiones lo que desean chocar con los límites y normas de los adultos. Esto aún no pueden entenderlo y aparece la frustración y, en consecuencia, las rabietas. Es la etapa de “los terribles dos”, el “mío”, el “no quiero”, de este modo ellos sin darse cuenta van buscando sus límites.

De los dos a los cuatro años

Se producen muchos avances evolutivos al inicio de esta etapa. Los niños de dos años abandonan el uso del chupete, también el biberón y se produce un hito evolutivo importante que es el control de esfínteres.

Igualmente, cobra mucha relevancia el desarrollo social y cognitivo. Empiezan a interactuar más con los iguales, les encanta compartir los juegos con sus hermanos, primos, amiguitos de parque y compañeros de escuela. Sus relaciones sociales se van ampliando cada vez más. Comenzar la guardería facilita las relaciones sociales, además, los profesores y educadores les ayudan a interiorizar y seguir las primeras normas.

En cuanto el lenguaje, ya son capaces de formar frases completas y algunos pueden comunicarse de forma fluida. A la mayoría les encanta que les cuenten historias y cuentos.

De los cuatro a los seis años

El pensamiento del niño es cada vez más flexible y es capaz de relacionar ideas y conceptos nuevos. Fomentar el hábito de la lectura de cuentos contribuye a aumentar su vocabulario, a mejorar su estructura lingüística y, por tanto, al desarrollo de su pensamiento. Todavía es normal que en este periodo algunos manifiesten cierta confusión entre la realidad y la fantasía.

Domina un poco todos los campos: lenguaje, psicomotor y cognitivo. Son capaces de saltar, trepar y bailar. Les encanta jugar y comienzan a tener amistades sólidas, aunque atravesarán una etapa de gran egocentrismo. No son capaces de ponerse en el lugar del otro y se creen que todo gira únicamente alrededor de ellos.

La curiosidad del niño en estos años le lleva a preguntar por todo lo que le rodea y suele aparecer la etapa del “por qué”, más marcada en unos que en otros. Igualmente, comienzan a sentir interés por lo que les distingue externamente de las personas de otro género. Aunque a algunos adultos les pueda sorprender, es un momento en el que comienzan a preguntarse por el inicio de la vida “¿de dónde vienen los niños”? Y comienzan también las primeras preguntas en torno a la muerte. El adulto debe ir respondiendo a sus preguntas de forma sencilla y con palabras adecuadas a la edad de ellos. Lo importante es establecer una buena comunicación desde estos primeros años para que cuando crezcan sigan buscando respuestas en el ámbito familiar y tengan a sus padres como principales guías y referentes.

 

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