Claves para educar las emociones en la primera infancia

Si eres padre o piensas serlo, seguro habrás leído o escuchado la frase “educar las emociones en la primera infancia”. Una frase que tiene una importancia muy grande a la hora de criar. Pero para eso os contaremos un poco más sobre la educación emocional en los niños, ya que desde Brains Nursery School hacemos mucho hincapié en cuidar también la salud emocional desde que comienzan la escuela infantil.

¿Qué es la educación emocional? 

La educación emocional​ es “el proceso de enseñanza de las habilidades emocionales mediante el acompañamiento de la persona en el ejercicio y perfeccionamiento de las mismas”.

La práctica totalidad de los seres humanos experimentamos emociones, algunas las exteriorizamos más y otras menos; las emociones son esenciales en nuestro día a día y saber reconocerlas y gestionarlas es algo necesario.

¿Qué es la educación emocional en la primera infancia?

En la infancia las emociones suelen ser intensas e involuntarias: los niños gritan, lloran, se ríen a carcajadas, se enfadan, se tiran al suelo… El niño no controla estos procesos, ya que aún está aprendiendo a tener conciencia de ellos.

La educación emocional infantil enseña a los niños a reconocer, controlar y gestionar sus emociones, todo ello es un proceso fundamental para desarrollar una buena relación con nuestras emociones ya desde que somos pequeños.

En nuestras escuelas lo venimos trabajando desde hace años, por esto, BRAINS NURSERY SCHOOLS han sido pioneras en contar con un exclusivo programa de Educación Emocional y Valores (Programa BNS). Siempre se ha buscado desarrollar en nuestros alumnos, un adecuado reconocimiento y gestión de sus emociones y el desarrollo de valores, que les den herramientas para lograr un entorno y sociedad mejor. 

¿Cómo educar las emociones en la primera infancia?

La educación emocional en la infancia es un proceso importante para desarrollar una buena relación con nuestras emociones ya desde nuestra niñez.

Desde bien pequeños podemos acercar a los niños a la “educación emocional”:

Debemos de enseñarles a reconocer y aceptar lo que sienten y lo que no sienten.

• La expresión de los sentimientos permitirá que el niño se relacione mejor consigo mismo y con los demás, siempre con la validación de la emoción por parte del adulto.
• La comunicación es clave para reconocer las emociones, tenemos que habla con nuestro hijo, de lo que siente, de las causas y cómo se puede solucionar.
• Educar en empatía: La empatía es un valor fundamental para su desarrollo vital. Ser capaz de ponerse en la piel del otro y experimentar lo que el otro está sintiendo es algo que se puede aprender desde muy pequeño. 
• Trataremos al niño siempre con respeto y educación, independientemente de la edad que este tenga, es decir, de la misma forma que tratarías a un adulto. Si te diriges a él con amabilidad y respeto, el niño aprenderá este comportamiento y se relacionará con los demás de la misma forma.
• También debemos educar al niño para que tenga capacidad de esperar cuando demanda atención para ser escuchado y atendido, alejando la inmediatez de la respuesta e ir experimentando pequeñas frustraciones.

Se puede comenzar a educar tanto en la escuela como en la casa, en el día a día y a través de actividades diseñadas especialmente para este objetivo.

Actividades para educar las emociones

Los libros y los juegos son dos maneras distintas y eficaces de enseñar y educar a los niños en inteligencia emocional. 

El juego:

El juego es algo instintivo en un niño, lo utilizan para explorar, entretenerse y aprender.

Estos son algunos de los juegos donde podremos trabajar con ellos la educación emocional:

• Tarjetas de emociones: 

Para este juego necesitamos imágenes que reflejen diferentes emociones. Se enseñan las tarjetas al niño y se le pide que elija la imagen que refleje mejor su estado de ánimo, el estado de ánimo de mamá, papá, su hermano….

• El espejo:

Tenemos que sentar al niño frente al espejo de tal manera que vea su cara y la del adulto. Jugaremos a ser animales (león, perro, gato, etc.), pero no animales cualquiera; sino animales con sentimientos:león enfadado, un perro triste, un gato feliz, etc. ….

Los cuentos:

 Emplear los cuentos para la educación emocional es muy útil, ya que resultan muy atractivos para los pequeños.

A través de la narración de los cuentos, los niños son capaces de identificar las emociones propias y ajenas porque ellos mismos se ven reflejados en los personajes de la historia.

Los cuentos que facilitan la educación emocional tienen que ser cuentos que emocionen y que el lector u oyente pueda sentirse identificado con los personajes.

Además de leer el cuento, se pueden hacer preguntas de curiosidad sobre aspectos emocionales del libro, como por ejemplo: “¿qué crees que siente el personaje?”, “fíjate en la expresión de su cara”, ¿a ti te gustaría ser el personaje?…

Una vez que ya sabemos qué es la educación emocional, lo importante que es en la primera infancia, cómo trabajaren ella… Solo queda decir que:

Un niño que aprenda a reconocer y gestionar sus emociones será un adulto que será capaz de comunicarse, teniendo en cuenta los sentimientos de los demás, tendrá confianza en sí mismo y recursos suficientes para hacer frente y superar los conflictos que le surjan a lo largo de su vida.