Ahora que empieza el verano, muchas de las rutinas que los niños han estado siguiendo durante meses se pierden. Sin embargo hay una hábito fundamental que no debemos olvidar y es la siesta.
Sabemos que ahora estas rutinas pueden verse modificadas por la falta de horarios establecidos por la escuela infantil pero dormir después de comer debe ser algo “obligado” aun estando de vacaciones, especialmente hasta los tres años.
Beneficios de tomar la siesta en los niños
Sobrevivir a la ola de calor
Ahora que empieza el calor intenso echar la siesta es una forma de relajarse, reponer fuerzas y descansar, ya que estas temperaturas hacen que bajen las fuerzas de mayores y pequeños.
Afrontar el día con mejores ánimos
La siesta es fundamental en edades tempranas ya que es una necesidad de su organismo para aguantar despierto todo el día.
Dormir después de comer hace que los niños puedan afrontar la tarde con mejor humor y más tranquilos. Además, esto repercute directamente en su aprendizaje y su desarrollo.
En definitiva, hace que estén más proactivos a la hora de aprender y descubrir el mundo que les rodea.
Dormir la siesta les facilita conciliar el sueño por la noche
Mucha gente piensa que el hecho de dormir la siesta repercute en que el niño después no duerma bien por la noche, ¡pero no es así!
Debemos dejar a los niños que duerman cuando lo necesiten y no cortarles su necesidad por el hecho de no dormir bien por la noche.
En muchas ocasiones, tomar la siesta les deja relajados y llegan a la hora de dormir mucho más tranquilos para conciliar el sueño.
Mejorar el aprendizaje
Este momento de descanso hace que su cerebro pueda asentar los nuevos conceptos aprendidos durante el día.
Es una forma de asimilar lo aprendido y estar preparado de nuevo para lo que viene después de la siesta.
Como se puede comprobar, la siesta no hace más que reportar beneficios a la salud y el correcto desarrollo de los niños. Debemos dejarles que la tomen siempre que su cuerpo lo reclame.
Mientras vayan creciendo, en torno a los 4 años, los niños demandarán cada vez menos dormir durante el día. Igual que desde que nacen hasta que tienen cierta edad pasan de tomar dos siestas al día, a una.
Los tiempos que es recomendable dejarles dormir varía mucho entre 20 minutos a una hora y media. Depende del niño y sus necesidades.
Por otro lado, queremos daros unas pequeñas recomendaciones para propiciar el descanso de los niños.
Algunos consejos a tener en cuenta para la siesta en los niños:
Es muy importante tomar ciertas actitudes a la hora de la siesta para facilitar a los más pequeños el descanso. Algunas recomendaciones son:
– Dejar algo de luz natural dentro de la habitación.
– Crear un ambiente de relajación, incluso acompañándolo de música clásica como hacemos en la escuela.
– Estipular horarios para tomar la siesta, es decir, que siempre se estén acostando a la misma hora aproximadamente, crear una rutina.
– Cuidar la TEMPERATURA de la habitación y aunque no sea necesario ponerse el pijama USAR ROPA CÓMODA.
Errores a evitar, cuando no quieren dormir siesta
- Generar una discusión y enfadarnos en exceso. Si tiene lugar esta situación lo que sucederá es que los niños se empeñarán más en no dormir la siesta.
- Meternos los padres en la cama para hacerles compañía, podemos acompañarles antes de la siesta contándoles un cuento o en la rutina previa pero no debemos dormir juntos, porque es importante que los pequeños aprendan a conciliar el sueño por sí solos.
- Realizar juegos muy activos o usar móviles o cualquier dispositivo para que puedan dormirse, esto es un error pues les activarán más.
Siguiendo estas pautas, conseguirás que tu hijo a diario eche la siesta. Eso sí, ten en cuenta que en base a su edad dormirá más o menos tiempo.
No pasa nada si un día no toman siesta o no es la misma hora de siempre, el problema y la dificultad se encuentra si esta excepción se convierte en la norma.
Otra de las opciones que se tienen para no perder estos horarios o constancia, es apuntar a tu hijo a un Summer Camp donde puedan tener diversión con otros niños de su edad y, además, no perder demasiado sus rutinas.
Esta “escuela de verano” ayudará a la conciliación familiar mientras los padres trabajáis y, además, los niños se lo pasarán en grande con sus amigos y seguirán aprendiendo y descubriendo.
En Brains Nursery Schools tenemos una fantástica opción en el que nuestros alumnos pueden continuar en su escuela de una forma divertida y sin cambiar la rutina.
Como a todos, los cambios nos suponen un trastorno en los hábitos y horas de sueño y comidas, que, en el caso de los niños les puede repercutir de forma negativa.
Seguir estos consejos, ¡Y disfrutar de un gran verano en familia!
Artículo publicado a 8 de julio de 2019 y actualizado a 9 de julio de 2021.
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